Profesora Julieta Suárez-Cao examinó la distribución de poderes, paridad y la participación de las elecciones en entrevista con Pauta.cl


 Foto Profesora Julieta Suárez-Cao con fondo blanco

¿Cuál de todas las elecciones pronosticará lo que será la presidencial de noviembre? ¿Los independientes lograrán mover la balanza? Esas son partes de las preguntas que aborda la politóloga Julieta Suárez-Cao, profesora del Instituto de Ciencia Política UC y coordinadora de la Red de Politólogas, en esta entrevista con PAUTA.

A altas horas del próximo domingo se conocerá la configuración de la Convención Constitucional, el órgano que redactará la nueva Constitución y que de forma inédita en el país estará integrado de forma paritaria. Suárez-Cao fue parte del grupo de académicas que participó del debate y hoy afirma que en ciertos temas "esperaría ver acuerdos transversales que corten las líneas ideológicas".

La distribución del poder

-Son cuatro elecciones simultáneas. ¿Cuál de esas hay que estar mirando al día siguiente para entender cómo va a quedar la configuración de poder de los partidos políticos?

"Son todas elecciones que diría van a iluminar diferentes aspectos de lo que será la futura configuración del poder. Las elecciones locales en general nos muestran mucho de los apoyos territoriales, en particular las alcaldías, los ejecutivos locales. Pero esta elección también es extraña porque tenemos por primera vez límite a la reelección, entonces habrá más competencias abiertas que las que solíamos tener. Eso es algo que habrá que ver, en especial algunos distritos que son de competencia relevante para la construcción de partidos, por ejemplo El Bosque, que ha sido un bastión del PS. Hay que ir mirando Viña del Mar, que Virginia Reginato no puede ir a la reelección y también es relevante para entender el poder local partidario. Hay un proceso paralelo, que en especial a nivel local se venía dando desde antes, que tiene que ver con esta personalización de la política, con alcaldes que ganaban como Rodolfo Carter en La Florida, que era UDI pero después se presenta como independiente. Se empiezan a despegar de los partidos. Las elecciones locales nos van a decir mucho de eso. Las regionales son más difíciles de leer porque son elecciones inaugurales, así que por definición en ninguna de las carreras tenemos incumbentes".

-¿Y la constituyente? ¿Será un indicio del poder posterior?

"Si vemos las candidaturas en general son muy nuevas, no son personas de partidos, son más jóvenes y obviamente hay muchas más mujeres, tienen un perfil muy distinto. La política chilena es superelitista, son las mismas caras, los mismos colegios y universidades de siempre; las elecciones convencionales parecen haber movido bastante eso. Entonces, imagínate que la derecha alcance el tercio, pero muchas de esas personas que van a formar parte o que fueron candidaturas dentro de las listas de Chile Vamos, y esto vale también para la lista del Apruebo Dignidad, son candidaturas independientes que llevaron para tratar de meter más constituyentes. ¿Ese tercio va a funcionar como tercio? ¿Será un bloque disciplinado? ¿O al revés? Tal vez eso va a permitir que entren estas personas a la Convención que no son del riñón de los partidos y que además fueron elegidos por su personalidad, por ser conocidos, por su trayectoria profesional, es decir, tienen un capital por afuera de la política que quizás no tienen ganas de inmolar en el altar de estos partidos que se están muriendo. La semana que viene vamos a estar hablando de que el tercio, que los dos tercios, pero en la práctica creo que veremos muchas más coaliciones transversales y lo digo por mi experiencia con la paridad". 

-Con todo ese lío, ¿se puede proyectar algo sobre la presidencial a partir de estas elecciones? 

"Se complica un poco entenderlo en términos de partidos y seguimos pensando con lógica binominal, eso me parece que ya fue. Entonces, ¿qué va a pasar con las presidenciales? Creo que es un intento muy fuerte por parte de algunos partidos y también de algunes precandidates presidenciales y de los medios de instalar, yo vengo respondiendo preguntas de candidaturas presidenciales desde enero cuando la gente no estaba ni ahí con las elecciones presidenciales. Entonces estamos todes muy sorprendidos, como 'uy, nadie repunta, este tiene más, pero tiene un 20%'. Eso no es nada. Aparte que imagen positiva no es lo mismo que intención de voto. Estamos viendo que están todos carreteando, pero ninguno despega. Y eso yo creo que lo vamos a empezar a ver después de la Convención y que nos marca también que la atención no estaba ahí, no está en noviembre. Veamos cuánta gente llega a las urnas, pero espero ver más definiciones a partir más que nada de las primarias, de esa definición, que es pronto".

-Las listas de la oposición para la Convención Constitucional reflejan un poco el panorama presidencial. ¿No debería analizarse esa elección con una correlación con lo que pase en noviembre?

"Todavía casi ningún candidato o candidata habla de la lista, hablan de su nombre, de su número y su letra. Nadie sabe dónde están. Hoy viajé en taxi 10 minutos, escuché cuatro jingles, no sé quiénes eran estas personas porque no eran conocidos y nadie dice nada que lo pueda identificar, ni siquiera ideológicamente, ni te digo de lista. Yo creo que mucho voto será muy personalizado, aun en convencionales constituyentes, que a mí me parece que es un error y que tiene que ver con falta de educación cívica. No sé cuán fácil ese voto se traslada a una candidatura presidencial, donde ya es mucho más difícil hacerle el quite al lastre del partido o la etiqueta. Creo que tiene un potencial de traslado, pero a mí no me extrañaría ver mucho voto cruzado también y, por ejemplo, en el apoyo a Pamela Jiles queda superevidente. Parece un apoyo... no quiero decir esquizofrénico, pero un apoyo que puede ir a cualquier lado".

La paridad y los independientes en la Convención

-¿Cómo se puede analizar la elección de los convencionales constituyentes cuando estén los resultados?

"Se va a analizar igualmente por bloque, y se van a medir fuerzas, se va analizar Gobierno y oposición, pero se va a evaluar al interior de la oposición qué pasó. Y está gran incógnita que son los independientes, qué pasa con ellos. Pero yo creo que la prueba de fuego y cómo va a funcionar esto, lo vamos a ver en la discusión por el reglamento. El primer mes de la Convención, creo que ahí van a empezar a caer las fichas y no me sorprendería que quizás los bloques se alineen de manera distinta. Eso será un indicador mucho más fuerte de lo que podamos decir el lunes".

-¿En qué sentido? ¿Qué podría pasar en ese primer mes como para entender las consecuencias que tuvo el ordenamiento de las elecciones?

"Acá seré muy optimista. Estamos en un contexto de alta polarización o de creciente polarización. Comparado con vecinos y otros países, no estamos en un nivel tan alto. Si en la Convención Constitucional hay ánimos más de acuerdo en un buen sentido, de coaliciones transversales, diferentes temas que no queden encasillados con uno o con el otro bloque, yo creo que eso puede ser una buena señal de una importante moderación de la sociedad y de dejar a los extremos un poco más solos".

-¿Cuál es el rol que va  tener la paridad en lo político en esta Convención?

"De alguna manera se ha corrido un cerco. Cuando yo analizaba la aplicación de cuotas en 2017 de Chile y tenía que leer esa historia de la ley que eran 1.500 páginas, veía cómo un montón de diputados y diputadas, senadores y senadoras que todavía estaban cuando luchamos por la paridad en el Congreso, argumentaban completamente en contra de las cuotas. Cuando hablamos de paridad, de golpe estaban a favor de las cuotas. Hay una barrera que ahí se corrió y que implica que todavía queda mucho trabajo por hacer, porque solo tenemos paridad en la Convención. Pero habiendo visto en el tema de la paridad el potencial de acuerdos transversales a la ideología que se puedan dar entre mujeres, estoy pensando obviamente no en todas las reivindicaciones feministas, pero por ahí en aquellas más cercanas a un feminismo liberal, creo que ahí vamos a ver muchos más acuerdos transversales de los que veríamos pensando en la convención en bloques. Tal vez no en temas de derechos sexuales y reproductivos, pero sí mismo salario por igual trabajo o algunos temas de corresponsabilidad, de cuidados. Ahí esperaría ver acuerdos transversales que corten las líneas ideológicas. La paridad puede entregar una perspectiva de género a la Constitución, que no implica que sea una Constitución feminista, sino que tenga en mente las distintas realidades estructurales de hombres y mujeres, ojalá también de disidencias sexuales, de personas con discapacidad".

-¿Y los independientes? ¿Lograrán mover algo de la balanza? 

"Los independientes van con distintas ropas. A los independientes les va a ir muy bien, en especial a los que van en listas de partidos. Ahora, a los y las independientes que van en listas de independientes, creo que va a depender del distrito y por ejemplo vamos a ver más independientes en distritos más grandes, pero también en distritos más extremos. En el norte y en el sur hay mucha fuerza independiente que está relacionada con temas regionales. Pero cuando veamos la conformación final, por más que lo leamos como listas de partidos, los partidos de alguna forma pueden estar llevando como Caballo de Troya a los independientes adentro, que se creen que les van a hacer caso, pero esas son incógnitas. Los partidos hoy ya están súper desordenados.  ¿Por qué esperaríamos una altísima disciplina partidaria en la convención? No tengo muchos motivos para esperarla".

Los ganadores y la participación

-¿Es posible proyectar qué sector puede salir ganador con el escenario tan líquido y en una elección tan inédita?

"Antes de la elección lo veo difícil, porque el lunes todos van a decir que ganaron algo. Va a haber una lucha por el sentido y la interpretación de los datos, porque además serán datos no muy claros, entonces habrá muchísimo más lugar para especulaciones y para lecturas no retorcidas pero sí variadas. Es interesante ver por ejemplo si la derecha se recompone de lo que es un gobierno con muy mala imagen y con muy poca adhesión. Eso es una ventaja porque es tan baja la adhesión del Gobierno que cualquier resultado mayor de la derecha va a ser visto como un triunfo. Ahí hay una lectura que dirá 'a pesar de todo eso nos estamos rearmando, esto implica que tenemos futuro'. La oposición en ese sentido la tiene un poco más complicada porque vienen del 80% del Apruebo, que si bien todos sabemos que no es un voto totalmente opositor, porque hubo muchas personas al interior de Chile Vamos que fueron figuras del Apruebo, ha quedado como vara para la oposición. Ahí hay que ver cómo se hacen las lecturas para no quedar como que la oposición recibió una gran golpiza después del triunfo avasallante del Apruebo, porque tampoco sería una lectura correcta esa, pero creo que se va a hacer y son las que prenden más entre la gente y la opinión pública".

¿Qué se puede analizar de la participación en estas elecciones? La apuesta de todos los sectores es que participe más gente que en el Plebiscito... 

"Tenemos estas elecciones novedosas en dos días donde se trataron de instalar ciertos temores, de ambos extremos, el temor de fraude, de que iban a entrar a quemar las urnas y por suerte eso no prendió. Creo que se está yendo a votar con tranquilidad y con confianza. Algo que nos dejó el Plebiscito fue que si bien no votó mucha más gente de lo que solía venir votando, votó gente distinta, más joven, gente sectores más vulnerables. A mí como politóloga me interesa saber qué va a pasar esos días, si se va a mantener esta tendencia, si hay algún pequeño indicador de reencantamiento con la política de estos sectores que estaban marginados y automarginados también, que habían dejado de participar, que no se sentían parte y que aparentemente el Plebiscito un poco los volvió enganchar. Eso es un interrogante, que sí lo vamos a saber mejor la semana que viene, lo que será interesante para pensar el Chile del futuro".

Fuente periodística: Pauta.cl / Cecilia Román