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Nuestro Instituto organizó dos encuentros que abordaron el conflicto entre Rusia y Ucrania

La guerra entre Rusia y Ucrania tiene múltiples implicaciones para el orden internacional desde la transformación de los paradigmas de seguridad y las relaciones de poder, hasta efectos sobre la economía global. Representa además un test para las organizaciones internacionales y para principios fundamentales del derecho internacional y humanitario. Para analizar éstas y otras implicancias del conflicto, el ICP-UC organizó recientemente dos importantes encuentros que tuvieron como panelistas a nuestros profesores y profesoras del área de RR.II., un segundo encuentro contó con la presencia de Quentin Weiler, Jefe de Sección Política de la Delegación de la Unión Europea en Chile.

La primera actividad fue la mesa redonda “La guerra ruso-ucraniana, una mirada desde las relaciones internacionales”, que entregó un análisis multidimensional sobre el conflicto desde las distintas perspectivas que integran las Relaciones Internacionales. Los profesores que participaron en esta Mesa Redonda fueron: Nicole Jenne, Karen Meier, Giovanni Agostinis, Stefano Palestini y Francisco Urdinez. Con la moderación de la profesora Umut Aydin.

El encuentro comenzó con la intervención de la profesora Nicole Jenne, quien realizó un detallado análisis de las causas que llevaron al conflicto poniendo énfasis en lo militar y en la seguridad internacional. “Sabemos que las cosas no marchan según el plan ruso, todo indica que el plan es ocupar Kiev, capturar al gobierno ucraniano, a Zelenski y los ministros en un par de días. Esto no sucedió por los problemas logísticos de los rusos y la organización militar, y por el lado de Ucrania, una resistencia robusta. Además, una respuesta internacional bastante unida, rápida y fuerte, incluyendo el envío de ayuda militar a Ucrania, pero también sanciones de toda índole”, subrayó la profesora Jenne.

Además explicó que producto de la resistencia que ha ejercido Ucrania y el fuerte respaldo internacional, el avance ruso ha ido más lento todavía y que el mejor escenario para este conflicto es que “la guerra no se extienda, no se involucre la fuerza de la OTAN y no se vuelva una guerra nuclear”.

Luego fue el turno de la profesora Karen Meier, que centró su intervención en el desarrollo del conflicto en el ciberespacio: “Es un ámbito que ha sido poco analizado, hoy es muy relevante considerando que el conflicto se desarrolla en la era digital. Esto implica que la ciudad global tiene un nivel de dependencia de las tecnologías digitales y de tecnología de la información”.

“Rusia es un protagonista del ciberespacio, es un país que tiene un portafolio de operaciones ofensivas en este ámbito y campañas de influencia que han afectado a países como Estonia o la infiltración que se hizo en el Partido Demócrata en el marco de la elección en EE.UU. en 2015 y 2016”, agregó.

Nuestro profesor Giovanni Agostinis, analizó algunas de las principales repercusiones de la guerra sobre el multilateralismo, la gobernanza global, y más específicamente, los efectos que la guerra ha generado en la Unión Europea.

Destacó 3 grandes efectos sobre el orden mundial y el proyecto de integración regional europeo: “El primer punto concierne a la escasa eficacia del sistema de Naciones Unidas, y en particular el Consejo de Seguridad de la ONU frente a conflictos que involucran grandes potencias. La única iniciativa concreta de la ONU, hasta el día de hoy, fue la resolución de la Asamblea General que condenó la agresión rusa y exigió a Moscú parar la ofensiva. El problema con la resolución es que no es legalmente vinculante. Es una iniciativa que lo que hace es generar una reputación simbólica política para Putin”.

“El segundo punto concierne a la reafirmación del rol de Estados Unidos como líder de Occidente y de la región política, económica y militar que es el norte del Atlántico. Estados Unidos ha demostrado una capacidad de persuasión muy potente frente a sus aliados europeos. Además, destacaría cómo la presión que ejerció Estados Unidos logró un alineamiento europeo en temas claves, como sanciones económicas muy duras y sobre todo, un alineamiento europeo en una estrategia de disuasión militar que está basada en el fortalecimiento de la presencia militar europea en la frontera oriental de Europea”, añadió Agostinis.

En el último punto, destacó el efecto centrípeto que la guerra ha tenido sobre la Unión Europea y el proceso de integración regional europea: “La agresión rusa ha consolidado el bloque regional y acelerado el proceso de integración regional en temas clave, como es desarrollo de una política de defensa común que llevamos años discutiendo, pero ahora parece estar acelerando. Y la reorganización de la matriz energética de Europa. Sobre este último punto hay que mencionar que el 40% del gas natural que se consume en Europa procede de Rusia y en algunos estados de Europa Oriental, esa dependencia llega a 100%”, finalizó.

Por su parte, el profesor Stefano Palestini se enfocó en las sanciones internacionales: “Hay que entender que las sanciones son la principal alternativa al uso de la fuerza. Entonces, en la medida que Occidente no quiere entrar en una confrontación militar con Rusia, las sanciones aparecen como el mejor instrumento a su disposición (…) Las sanciones en contra de Rusia tiene la característica de tener un alcance que no ha tenido precedencia, es decir, la cantidad de sanciones y su profundidad, nunca se han visto anteriormente, y sobre todo cuando el estado receptor es una potencia de la importancia de Rusia”.

La presentación de cierre estuvo a cargo del profesor Francisco Urdinez, donde abordó la dimensión de China en la guerra en 3 puntos claves: “El rol de las relaciones triangulares y el equilibrio del poder internacional, en segundo lugar, los costos políticos para China en la actual guerra, y en tercer y último lugar, el impacto económico de las sanciones de la guerra”.

 “China tiene mucho que perder en esta guerra, más que ganar. Es probable que China no haya podido predecir la guerra en esas semanas previas. Creo que el Gobierno chino no pudo entender con anticipación la fuerte respuesta internacional a las sanciones y el fuerte coste reputacional que está viviendo Rusia actualmente. Por ejemplo, esto genera un enorme poder disuasivo a un avance sobre Taiwán. Van a intentar lograr un avance sobre Taiwán de una forma negociada que evite la violencia”, argumentó.

“Hay dos caminos estratégicos de cara al futuro para China: redoblar su alineamiento con Rusia, arriesgándose a quedar aislada, pero reforzando esta especie de entente, la otra es utilizar la guerra como excusa para aproximarse a los Estados Unidos (…) Para evitar tomar una posición, China va a elegir la autarquía, es decir, va a tratar de centrarse en el desarrollo de su economía, romper un poco lazos de dependencia con el resto de los países”, concluyó.

 


“La respuesta de la Unión Europea a la guerra en Ucrania”

La segunda actividad fue la conferencia titulada “La respuesta de la Unión Europea a la guerra en Ucrania”, impartida por Quentin Weiler, Jefe de Sección Política y Jefe Adjunto de la Delegación de la Unión Europea en Chile. Los comentarios estuvieron a cargo de nuestro profesor Giovanni Agostini.

El diplomático destacó que esta guerra tiene un impacto global y que los hechos son bastante claros: “Rusia el 24 de febrero decidió atacar e invadir un país soberano sin que sea justificado sin que sea provocado, y eso es muy importante de resaltar, es que toda la idea y la narrativa rusa de provocación, no es una realidad. Ucrania no provocó esta guerra. Sino que lo que está haciendo Putin es una violación del Derecho internacional”.

El delegado de la Unión Europea en Chile, también narró el impacto de la guerra: “En un mes ya en Ucrania, 3 millones de personas desplazadas que cruzaron la frontera. Además, la mayor prueba es que nos vemos muy bien el objetivo de Putin, esto hace mucho más complicado una salida diplomática a esta guerra. Porque el objetivo del presidente Putin lo definió como ‘destruir a Ucrania’. Está en un nivel de una voluntad de destrucción. Que no permite buscar una salida diplomática”.

Señaló que las distintas medidas que fueron tomadas por la Unión Europea tienen una mirada transversal: “La idea es parar la mecánica de guerra de Putin más que nada a nivel económico y financiero. Entonces, muy pocos días después del 24 de febrero, cuando comenzó la guerra, la Unión Europea tomó decisiones de sanciones financieras y económicas en muchos sectores y eso lo hicimos en coordinación con otros países del mundo, especialmente Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Japón y Australia”.

“Estas sanciones significan que el 60% del mercado bancario ruso ha sido sancionado, es decir, que ellos no pueden hacer transacciones comerciales con entidades económicas europeas y no pueden seguir usando el sistema SWIFT, que permite el intercambio bancario entre las entidades comerciales. También no pueden usar el cielo europeo para la aviación rusa y limitación del acceso de Rusia a tecnología y al control de exportaciones”, agregó-

“También hay muchas sanciones de sector industrial. Así que ahora la idea es aumentar la presión sobre Putin para que pueda cambiar su decisión. Y que pueda reducir su voluntad de destruir un país soberano como Ucrania. Estas sanciones son las más contundente que la Unión Europea ha tomado con cualquier país del mundo”, admitió.


Te invitamos a revivir ambos encuentros en los siguientes videos: