El Estado bajo el microscopio
La calidad y presencia del Estado en nuestro continente es el foco del Núcleo Milenio para el Estudio de la Estatalidad y la Democracia en América Latina, del Instituto de Ciencia Política, que lanzó hace poco el concurso estudiantil "Estado... ¿Dónde estás?", que convoca a los alumnos de entre séptimo básico y cuarto medio a pensar las diferentes formas en que las personas visualizan su relación con el Estado en su entorno más inmediato entrega nociones sobre la calidad de la democracia en el país.
La competencia, que busca que los jóvenes participen contando cómo ven al Estado en su comuna, es una de las maneras con las que este núcleo, uno de los 31 proyectos que reciben financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio –dependiente del Ministerio de Economía– y el único dedicado a la ciencia política, quiere ayudar a la formación ciudadana del país.
Su director, el profesor del ICP Juan Pablo Luna, explica que la meta es «profundizar nuestro conocimiento acerca del funcionamiento del Estado en nuestra región, y las repercusiones sociales y políticas que dicho funcionamiento tiene sobre aspectos como la seguridad pública, el desarrollo económico, la democracia y el acceso –en muchos casos heterogéneo– de distintos sectores de la población al ejercicio de sus derechos de ciudadanía civil, política y social».
El Núcleo Milenio para el Estudio de la Estatalidad y la Democracia en América Latina fue creado en 2011 y entre sus frutos también están una Escuela de Verano de Métodos Mixtos, destinada a alumnos de ciencias sociales de toda América Latina; diversas investigaciones de campo en cerca de 10 países de la región, incluida una encuesta sobre la presencia del Estado en la Araucanía –que se hizo en conjunto con el Barómetro de las Américas–; 40 papers publicados, y varios talleres y conferencias.
¿Por qué estudiar al Estado en América Latina? Para el profesor Luna, «la existencia de un Estado soberano, que tenga la capacidad de cumplir funciones básicas como la provisión de seguridad y bienes públicos (infraestructura, servicios, administración de justicia), es una precondición para que un régimen democrático funcione de manera adecuada. Allí donde la estatalidad es débil, o donde resulta directamente desafiada por actores no estatales, la gobernanza democrática se vuelve inviable».
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